lunes, 30 de diciembre de 2013

El sabor de los finales

Dos miradas en la barra de aquel bar confundieron tu sonrisa y mis lágrimas que ahogar.
Dos caricias separaron el "hubiera sido" del "podría ser".

Yo, cometa. Tú, los hilos. Un deseo lanzado al viento.
Ése que aviva el fuego y agita el oleaje. Ése con el que enviaba tus besos y deshojaba margaritas.
Desanduve los pasos y nunca supe si el SÍ llegó a rozar tus pestañas. Descubrí un NO SÉ arañando mis entrañas.

Otros cuerpos me desean con la urgencia que te anhelo. En cambio, tú, preferiste oler los pétalos en otras manos, a expensas de engañar a ese destino que nos presentó una mañana cualquiera y dibujó en mi palma la fina línea del amor. Si te tocaba, se borraría; si la borraba, la tatuaría en la tuya. Pero la quiromancia es un mal sueño.

Desnudar crisantemos alarga el tiempo de espera. Pero siempre llega ese instante en el que decidir con quién huir. Tú ya lo hiciste. A veces, incluso, imagino encontrarme en tu huida.


El deseo contenido en la punta de los dedos.
Conversaciones sin voz.
Paseos bajo unas luces que nos recuerdan que es Navidad.
La pasión escondida en abrazos.
Las fotos que no nos hicimos para volvernos a ver.
Tu perfume en mi vestido.
Agua en las pupilas.
La ingenuidad de creerme capaz.
La inocencia de creerme especial.
El "quiero hacerte feliz" que cambié por "quiero que seas feliz".
Los "te necesito" que nos quedan por decir.
El "te quiero" que, ilusa, creí escuchar.

El dolor de la última mirada.


Esto nos quedó cuando el año se acaba...




sábado, 16 de noviembre de 2013

Ciencias (in)exactas


Me mostraste que el amor es esa ciencia inexacta que se oculta en tus palabras.

Yo, que nunca destaqué en las exactas, terminé siendo una apasionada de la atracción infinita de los cuerpos. Los nuestros. Los que tantas veces soñamos con fundir. Confundir la noche y el día; los sueños y la realidad, que se convierte en pesadilla sin tu aliento; tu felicidad y la mía.
Con ciencia supiste rasgar la coraza, despojarme de los miedos y sentir mi conciencia palpitar en tus manos.

Ahora, yace en cualquier rincón. Buscando el calor de tus manos, esas que sin tocarme erizan mi piel, esas con las que fabricamos... aviones de papel.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Vérsame


Sedienta de tus besos
cada noche, a cambio,
me ofrecías tus versos.


Ahora, vacío vasos buscando tus poemas. Cualquier día.

Ahora, emborronas carmines buscando mis besos. Cualquier noche.


martes, 5 de noviembre de 2013

Microcuento VIII

Bastó mirar por el retrovisor para contemplar la más bella historia de amor en el baile de tus pupilas.

-Tenga, señorita, su coche ya está arreglado.

El roce de tu piel al coger las llaves, entre mis dedos... el más fugaz de los finales.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Limbo de verano


Tuvieron que pasar catorce veranos para volver. Las calles habían cambiado; nuevas fábricas erigían humeantes chimeneas, fríos edificios de oficinas donde hubo majestuosos portones. Me adentré en los jardines del parque, guiada tan solo por el perfume de aquellas rosas que tantas promesas regalaron, el murmullo del estanque en el que hundimos barcos y sueños y el gorjeo de los pájaros vigilantes de caricias.
El pueblo era otro. Pero allí estaba nuestro banco. Deslicé la mano bajo la tabla quebrada. ¿Qué esperaba encontrar? Parecía increíble que siguiera allí, imperturbable. Aquel ajado recorte en el que apuntamos nuestra próxima cita; vano juego de niños. 05/07/13.
Noté unos pasos a mi espalda. De pie, con ese aire bohemio que siempre combinó con mis ganas de quererte, estabas.

Torbellinos de otoño derribé, ocasos de diciembre quemé, cada mañana de abril soñé. Estás. Te debo, me debes, catorce veranos de besos.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Heart & Head



Si dudas entre lo que debes y lo que quieres, jamás eches un pulso. Sería un estúpido intento por engañar tu conciencia. El querer siempre gana la batalla, antes incluso de saber que va a lidiarla.

Si dudas...échalo a suertes.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Microcuento V


Esta vez, el insomnio había perdido la batalla. 
Por eso me desperté sobresaltada, lavé mis ojos con agua fría y me senté a ver la teletienda.

Era eso o soñar contigo.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Lecciones



Aprendí Me enseñaste...
... que la única manera de no perderte era descubrirte cada día,
y que las mejores promesas son las que se cierran con un beso.

Me enseñaste Aprendí...
... a borrar las pisadas compartidas y negar las heridas de tu ausencia;
pues la única forma de olvidarte...admitir que el olvido no conoce tu nombre.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Microcuento IV




Tuvo que dejar de sonar el teléfono

para que empezara a soñar sus llamadas.


El poder de un simple trazo basta para convertir una sencilla realidad en la más ansiada ilusión.
Caprichosa letra eñe...



miércoles, 28 de agosto de 2013

No hacer también es hacer






¡Maldita sea!
Deberías empezar a plantearte dejar de hacer lo que no haces para que pueda dejar de echarte de menos.
Pues eso. Hazlo.

lunes, 19 de agosto de 2013

Microcuento II




No me despiertes del cuento con un beso...

...bésame para vivir despierta este sueño.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Microcuento I



Gritó los silencios
 
Soñó los recuerdos
 
Y, sólo entonces, comenzó a olvidar ... que le echaba de menos
 
 

Volver sin haberme ido

 
 
Las puertas vuelven a abrirse. Realmente, jamás estuvieron cerradas; si acaso, entornadas. 
Nunca podría haber soportado la idea de abandonar el hogar en el que todo tipo de emociones tienen cabida. ¿Por cobardía? Quién sabe, siempre resultó más fácil escalar con arnés. Quizá, simplemente, necesitaba tomar distancia.
 
Han tenido que pasar casi dos años para regresar. Las migajas de pan del camino ya habían desaparecido, pero no las necesité. Al final, las ilusiones se convierten en el norte más fiable de cualquier brújula.
Dos años en los que los cambios han sido una constante y los sentimientos....un baúl desordenado y rebosante, un loco tiovivo sin tiradores.
 
Vuelvo para habitar mi cueva. Tras un lavado de cara y una mano de pintura, prometo tener siempre café recién hecho para cuidar las visitas. No aseguro actualizaciones constantes, no quiero imponerme obligaciones, quiero tan solo resguardarme allí donde el recuerdo siempre tuvo la última palabra.