lunes, 29 de agosto de 2011

Vida de perro

Observo a Eco. No conoce la pereza. Su enérgico rabito, rebelde a cada instante, indica su siempre disposición a salir, jugar y correr en cualquier momento.

Vive el presente. A pesar de su capacidad predictiva, no parece pre-ocuparse, prefiere ocuparse. Recuerda su pasado, muestra de ello es la memoria que tiene, por muchos años que pasen, recordando dónde se cayó, dónde le riñeron o dónde corrió tras aquella preciosa perrita. Y, sin embargo, no se ancla a él. Cada día, una nueva aventura.

Su lealtad absoluta no conoce límites. Sentir cómo se cobija entre tus piernas, cómo te lame las heridas o reposa su cabeza en tu regazo es la más sincera y fuerte promesa de que jamás te traicionará.

Me pregunto si los animales con los que he convivido han sido felices a mi lado. Miro los melicéricos ojos de Eco y, antes de que pueda reaccionar, me da un lametón en la mejilla.
También él se tumba en los mismos sitios en los que tú lo hacías. Me gusta pensar que siente tu huella, al igual que yo noto que sigues correteando por la casa, ladrando cada vez que suena el timbre, tumbándote junto al brasero en invierno o esperándome tras la puerta cada vez que salgo.

¿Dónde estás si no te has ido?

miércoles, 17 de agosto de 2011

Azul

Abro los ojos. Azul. Silencio. Parpadeo. Grandioso azul. ¿Cyan?. Un susurro. ¿La brisa o las olas? Inclino la cabeza. Azul. ¿De Prusia?. El mar. ¿O es al contrario?

No sé desde cuándo estoy aquí. Un libro sin prólogo ni epílogo. ¿Es imprescindible?. Ésa es la vida que recordamos. Unas veces, detalladamente capitulada; otras, una amalgama de palabras que sólo para el autor tienen sentido. Casi siempre.

Respiro lentamente. Nunca experimenté tanta paz. O quizá lo hice en esas primeras páginas. Así, todo parece más fácil. Pero... ¿importa todo?. Da igual, ahora quiero estar aquí. En silencio, los estímulos parecen concentrarse en cada sentido. Nunca antes te habías percatado del dulce roce de los rayos de sol; esa voz que siempre has oído, hoy resulta la más bella melodía; puedes escuchar cómo avanza esa nube perdida en la inmensidad; este beso es la mejor medicina.

Atardece.

Todo está como lo dejé la última vez. Sin embargo... parece que algo ha cambiado. Quizás todo. Quizás nada. Olvidos o recuerdos. Nacimiento o muerte. ¿Acaso los extremos no pueden llegar a tocarse hasta confundirse?

Azul.

A base de hubieras, se construye una vida para destruir otra. Creación-destrucción.