sábado, 31 de julio de 2010

Escenario de viaje


El verano, estación de viajes por excelencia, de kilómetros en la maleta e ilusiones en el corazón, de recuerdos y anhelos, de anécdotas y romances. El moleskine de la vida.

Coches, autobuses, aviones y algún que otro ferry. Estrechos caminos de piedra, anchas e interminables autopistas, marejadas y oleajes, solitarias estaciones, despedidas y bienvenidas.

Accedo al último vagón del tren. Tomo asiento, la mirada perdida en dirección contraria al trayecto que nos queda por delante. Quizá la vida sea como el paisaje que se extiende frente a mí: puedo ver lo que voy dejando atrás, cada vez más imperceptible, mientras que el futuro me resulta incierto.

jueves, 29 de julio de 2010

Sólo entonces


-En el caso de que eso ocurriera, abandóname.
-¿Cómo? ¿Qué dices?
-Ahora, pensándolo fríamente, es lo mejor que podría desearte en esa situación.
-No digas bobadas. No pasará nada.
-¡Nadie sabe lo que puede pasar! Una vez el daño esté hecho, no quiero tomar decisiones bajo la asfixiante atmósfera del miedo. Si eso ocurriera, tampoco tú te dejes arrastrar por la pena, por la compasión. Corre como, cuando siendo pequeños, jugábamos al pañuelo. No vuelvas la vista atrás, no vaya a ser que nuestras pupilas se crucen y pierdas la partida.
-A ti es a la única que no quiero perder. Ni hoy, ni mañana, ni en 7 vidas si fuera un gato.
-Anda, tonto. ¿No entiendes que quedarte a mi lado, en esas condiciones, sería echar a perder tu vida? No es necesario que los dos suframos; sería muy egoísta y cobarde por mi parte. Y sabes que soy muy cabezona.
-Y me encantas.
-Te encanto ahora. Pero....¿y cuando no pueda besarte como tanto te gusta? ¿cuando no vuelva a sentir las caricias de tus labios en mis sonrojadas mejillas? ¿cuando no pueda pasar las noches escuchándote susurrarme al oído esos cuentos no aptos para princesas que tanto te gusta contarme? ¿cuando mis papilas sean incapaces de saborear ese flan de mango que tan rico te sale? ¿cuando me mires y ya no reconozcas en mi rostro a la chica de la que un día te enamoraste? ¿cuando...?
-¡Chssssst! ¡No sigas!
-Por cerrar los ojos no impedirás que el sol salga cada mañana. ¿Crees que para mí es fácil decirte todo esto? El tiempo pasa y, con él, se irán los días. Y eso, jamás podrás recuperarlo. Y si el destino me tuviera preparada tal atrocidad, quiero que no derrames ni una sola lágrima y huyas. Consume los sueños que nos quedaron por cumplir y haz realidad esas ilusiones que tantas noches nos mantuvieron despiertos, disfrutando con el atrevimiento y la alegría de antaño.
-Si me dices todo esto, ¿es porque ya no me quieres?
-Todo lo contrario, amor. Si te lo digo es....porque te quiero demasiado.

jueves, 22 de julio de 2010

Esta mañana, al abrir el armario del pasillo para sacar la maleta, una carpeta de plástico ha caído desde lo alto a mis pies. Al recogerla he visto que era tu cartilla del veterinario.
Después de 2 años y 7 meses siguen apareciendo tus pertenencias por cualquier rincón de la casa, a pesar de creer tirarlo todo a la basura el mismo día en el que tu esforzado corazón dejó de latir y con aquél último hálito te despediste de nosotros. Siempre he pensado que esperaste a morir cuando todos estuviéramos juntos, con lo difícil que era por aquél entonces. La ausencia en aquellos momentos hubiera resultado terrorífica. Fatídicas Navidades de 2007...

Y es que no necesito ver tus juguetes, tu cama, o aquella mantita en la que te gustaba acurrucarte, para recordarte, pues tu alma se apoderó de cada habitación de la casa y, por supuesto, de nuestros corazones. En cada gesto, en cada palabra, en cada acción....acudes a mi mente. A veces, incluso a mi realidad, y tengo que frotarme los ojos pues juraría haberte visto caminar a mi lado.

Después de 940 días no he sido capaz de escribir sobre ti apenas unos renglones y es que, cada vez que comienzo, los dedos me tiemblan, apenas puedo tragar saliva y el llanto me hace suya. Aún no estoy preparada. Puede que nunca lo esté.

Te echo tanto de menos...



jueves, 15 de julio de 2010

Y de repente....una canción

No sé ni por dónde empezar. Se agolpan las sensaciones. Debí escribir esta entrada hace unos días, pero nadaba en un mar de sueños, me embriagaban los hermosos detalles de la amistad y no conseguía hilar las palabras tan finamente como quisiera. Pero no puedo esperar más.

A raíz de escribir la entrada anterior ("besos"), mi amigo y hermano Alfonso me dejó intrigada tras su comentario, pues me decía que no comentaría nada y que más adelante sabría el porqué. Tratándose de él, ¡podría esperar cualquier cosa! Tanteé la posibilidad de que hubiera continuado escribiendo versos, ampliando así el texto; o que hubiera echado mano de su ocurrente prosa para escribir una historia sobre el tema. Pero, una vez más, superó las expectativas.

Horas más tarde veo, en mi bandeja de entrada, un email en negrita enviado por mi amigo. Lo abro, con la alegría con la que leo los mensajes de los más allegados en busca siempre de noticias bellas. No lo puedo creer: Alfonso me hace llegar una canción. No es una canción cualquiera. Los versos que días antes publiqué en el blog, ahora bailan al son de su música, se mecen al compás de su voz.
Siento mi esófago vibrar, y un nudo en la garganta se intenta abrir paso entre la amalgama de emociones encontradas. Risa y llanto, dos expresiones tan antónimas para un mismo sentimiento, empiezan a manifestarse. Enciendo el reproductor y la escucho una y otra vez. A cada play un detalle, tras cada estrofa una emoción.

Tan agradecida me siento que el cuerpo se me paraliza; y sólo puedo escucharla. Quién me iba a decir que aquellos versos que aparecieron en mi cabeza mientras la enjabonaba en una reconfortante ducha, paridos tras garabatear un esbozo en un arrugado papel, serían fuente de tan penetrante ilusión.

Por todo ello, tan magnífico regalo debía compartirlo con los que me leen. Muchos ya lo conocen; para otros seguro que será un placer empaparse de su arte.

Aprovechar también la entrada para agradecer el enorme apoyo, las constantes manifestaciones de cariño y el interés mostrado por aquellos amigos blogueros que siempre han estado al pie del cañón, más incluso en esos recientes momentos más delicados y duros que el destino caprichoso puso en el camino. No hace falta dar nombres, pues se escriben con mayúscula en el corazón.

Enormemente agradecida, os dejo disfrutar con la canción:

jueves, 8 de julio de 2010

Besos

Nadie le avisó entonces
de que aquella sonrisa escondía
inocentes besos pueriles
por los que su vida daría.

Frescos besos de verano,
bravura ansiosa
que su hormonado corazón
calienta besos en invierno;
fútiles ósculos sin razón.

Flagela mi dolor,
liba mi esencia,
maldito tirano temporal
que consume mi paciencia.

Carmín en la camisa,
Montblanc en la repisa.
Almibarado crimen.
Pétreas lágrimas recorren
el páramo de sus entrañas.

Y en las sombras,
sueño,
con la calidez de tus pupilas.

A la mañana la despiertan
sonoros labios;
mero eco del vacío inerme que encierran.

Remendados besos de hilandera
crearon costuras en su viejo corazón,
recuerdos de aquella primavera
en la que siendo joven, perdió la razón.



Necesito ese beso que me haga creer que no existen los problemas;
ese abrazo que me impida percibir el fuerte vendaval que nos rodea.

martes, 6 de julio de 2010

Un premio por sorpresa



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Enciendo el ordenador, esta vez, con la paz y tranquilidad que tan ansiadamente busqué en los últimos meses. Hago parada en el blog de mi gran amigo Luismi: 168 Café del Swing, y me encuentro con una grata sorpresa. Tratándose de el, sorpresas y detalles no faltan cada día. Esta vez mi asombro es debido al Premio Dardos que he recibido de su mano. De esta forma, se facilita la difusión de la literatura, la cultura, y demás expresiones artísticas y emocionales. Ahora, me toca a mí colaborar en esta transmisión literaria y asignar el premio a 15 blogs más. Compleja tarea la de seleccionar tan sólo 15 de los magníficos blogs que rondan por la red e intentar otorgarlo a aquellos que aún no lo poseen.
Nebroa: ...a orillas de qué?
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Alejandro: Heroe del Whisky
Coco: soy coco
Christopher: ácratas mentirosos
José Carlos: Otras letras

MUCHAS GRACIAS, Luismi!


sábado, 3 de julio de 2010

Adversidades

Y fue entonces cuando dejé de dormir. Las noches eran cortos abismos de terror. Los días, más largos, eran ficticios parapetos para un pavor adormecido tras la dudosa seguridad que otorga el control de la situación bajo el sol.
Y los días pasaban. Y me acostumbré a convivir con el miedo.

Los rosales de la azotea me regalan, cada mañana, su flor más hermosa, ajenos al dolor de la mano que los riega pues ésta, ajada en sus quehaceres, le entrega la más tierna caricia que desprenden las yemas de sus dedos.

Las begoñas, marchitos tallos a finales del invierno, consiguieron reverdecer al abrigo de tus constantes cuidados.

Las adversidades nos ponen a prueba. Un análisis emocional capaz de unir o desunir según la calidad y fortaleza de los lazos que nos mantienen conectados. Los deshilachados hilos se romperán con la mínima sacudida; mas aquellos fuertemente entrelazados resistirán el más fuerte oleaje.