jueves, 28 de octubre de 2010

Reencuentro

He vuelto a verte.

Esperé, al menos hoy, a que el semáforo se pusiera en verde para regresar a casa. Tenía prisas, siempre voy corriendo a todos sitios, pero decidí esperar al muñeco verde. Y justo al girar la esquina....he vuelto a verte.

El tiempo se ha parado durante unos segundos. No había coches, ruidos ni transeúntes alrededor. Unos segundos tan sólo para las dos.
Tu mirada te ha delatado. El brillo de tus ojos caramelo, redondos y alegres de antaño, se ha cruzado con los míos, buscándome, y me ha atravesado.
Sin pensarlo me he lanzado a abrazarte, a rascarte la barriga y sentir tu calorcito, ése que te hacía parecer una estufa. Corro a desatar esa correa que rodea tu delgado cuello y es entonces cuando me encuentro desubicada. Un señor de aspecto bonachón dice ser tu dueño. Jamás me gustó esa palabra.

-Buenos días. Disculpe, me ha recordado tanto a mi perrita que no he podido contenerme.
-No te preocupes- me sonríe. -Es muy desconfiado, por eso me extraña que no haya sido arisco contigo.

No quiero decirle que sé que me has reconocido. Me tomaría por una loca. Me he dado cuenta de que el color de tu pelo ha cambiado, tus manchas han desaparecido y has crecido de tamaño.

-Los Fox Terrier son así. Pero hay que saber entenderlos-le respondí.
-Es un regalo. Me han dicho que es un cruce. Al parecer uno de los padres es un perro de agua.
-Y la madre es Fox Terrier -le respondo sin dudar.- Es un perro precioso, y seguro que muy listo. Cuídelo, por favor.

El señor me promete que lo hará. Me despido de él. Pero de tí.......de tí jamás he podido hacerlo. El hombre te da un pequeño tirón de la correa para que le sigas, pero nosotras aún seguimos con los ojos clavados la una sobre la otra.

-¡Perdone!-tengo que alargar un poco más la conversación, aunque sólo sea una pregunta más. -¿Vive por aquí cerca? Es que... es la primera vez que veía a este perro tan bonito por aquí.
-No mucho, pero suelo sacarlo a pasear por estos parques.
-Bueno, entonces supongo que nos veremos en alguna otra ocasión. ¡Encantada!

Ahora, tengo la esperanza de volver a verte de nuevo. Sé que nunca nos abandonaste, pero resulta tan duro no tenerte cada día... Hoy, me has hecho un poquito más feliz. Gracias por venir a mi encuentro.

12 comentarios:

  1. Alguien dijo (y tiene razón) "...somos un alma con cuerpo..." y luego de esta tierna historia agrego "...con cuerpo y rabito..."
    KIMBA IS BACK :))

    Besote Perita Loca!!

    ResponderEliminar
  2. Ese recuerdo vivirá siempre porque lo tenemos guardado en la mejor caja fuerte del mundo.

    Un beso fuerte

    ResponderEliminar
  3. Emocionante Mónica, después de un periodo de retiro, vuelvo en pleno otoño, más sensible de lo normal y me haces llorar. Adoro a mi perro y adoraba a su predecesor.

    Gracias y besitos!

    ResponderEliminar
  4. Tu historia me recuerda la mía, de esa mascota que se fue pero que aún sigue haciéndome fiestas cada vez que llego a casa.
    Un beso

    ResponderEliminar
  5. GUS, estoy convencida de que os hubiérais llevado muy bien!

    Un besito!

    ResponderEliminar
  6. LUISMI, tanto es así que además nos ha hecho mejorar como personas, y ése es el mejor y más sincero regalo.

    Muá!

    ResponderEliminar
  7. RAÜL, se te echaba de menos por estos lares! Ahora soy yo la que ando un poco liada, pero aún así intento sacar unos minutos al menos para estar entre letras amigas.
    La melancolía del otoño es fructífera en cuanto a inspiración pero tremendamente dolorosa cuando de aflorar sentimientos se trata.
    Un beso fuerte y un achuchón para tu perro!

    ResponderEliminar
  8. CLAUDIO, esa sensación que experimentas al llegar a casa me resulta demasiado familiar. Aún 3 años después de su ida me parece escuchar sus patitas detrás de la puerta al sonido de las llaves, o el roce de sus rizos sobre mis pies frente a la chimenea...

    Besos!

    ResponderEliminar
  9. Hermoso reencuentro ,hermanita....besos

    ResponderEliminar
  10. ALFONSO, últimamente las circunstancias personales me tienen inmersa en un huracán de imparable actividad, y me duele en el alma no contar con un poquito de tiempo para mí para poder sumergirme y disfrutar entre los amigos. Por eso es una inyección de ánimo el encontrarte por estos parajes.

    Un beso muy fuerte, hermano!

    ResponderEliminar
  11. Que nos darán esos animalillos que somos incapaces de olvidarlos..

    ResponderEliminar
  12. SOMMER, hay cosas que el tiempo no puede curar...

    ResponderEliminar