Las puertas vuelven a abrirse. Realmente, jamás estuvieron cerradas; si acaso, entornadas.
Nunca podría haber soportado la idea de abandonar el hogar en el que todo tipo de emociones tienen cabida. ¿Por cobardía? Quién sabe, siempre resultó más fácil escalar con arnés. Quizá, simplemente, necesitaba tomar distancia.
Han tenido que pasar casi dos años para regresar. Las migajas de pan del camino ya habían desaparecido, pero no las necesité. Al final, las ilusiones se convierten en el norte más fiable de cualquier brújula.
Dos años en los que los cambios han sido una constante y los sentimientos....un baúl desordenado y rebosante, un loco tiovivo sin tiradores.
Vuelvo para habitar mi cueva. Tras un lavado de cara y una mano de pintura, prometo tener siempre café recién hecho para cuidar las visitas. No aseguro actualizaciones constantes, no quiero imponerme obligaciones, quiero tan solo resguardarme allí donde el recuerdo siempre tuvo la última palabra.
Vaya, vaya. Un blog que revive después de tanto tiempo inactivo. Ya tengo otro sitio donde tomar café del bueno. Espero que "esta sea la continuación de una larga amistad"
ResponderEliminarBienvenida siempre por estos barrios blogeros.
Besos y abrazos.
Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, por eso la nueva vida de este blog prefiero decir que ha sido un punto y seguido :)
EliminarY esa amistad que nunca se perdió, ahora podemos continuarla sin perdernos la pista.... y con café, mucho café ;)
Besitos!
he comprobado que cuídas muy a tus visitantes....el café es excepcional
ResponderEliminarEsta cueva no es nada sin alguna que otra visita que caliente sus frías paredes. Eso sí, café siempre recién hecho, aunque no puedo asegurar ser la anfitriona más indicada...
EliminarDa igual el tiempo que pase, lo maravilloso es tener un hogar para volver cuando haga falta :-)
ResponderEliminarYo ya me estoy sirviendo café sin permiso, soy así jajaja.
Un besote.
Y si en ese hogar encuentras el calor de personas como tú...no puedo estar más a gusto.
EliminarComo buena adicta al café, nunca falta bien cargado.
Ah! No deberías leer entradas antiguas...jamás me ha gustado mi forma de escribir, creo que no es más que un gesto egoísta porque me resulta la mejor terapia pero...es un tostón para los demás! :)
Un besazo!