Tuvo que dejar de sonar el teléfono
para que empezara a soñar sus llamadas.
El poder de un simple trazo basta para convertir una sencilla realidad en la más ansiada ilusión.
Caprichosa letra eñe...
El poder de un simple trazo basta para convertir una sencilla realidad en la más ansiada ilusión.
Caprichosa letra eñe...
Que no...que me niego a comentarte con rapidez y premura...que tengo que releer todo lo que has escrito desde tu vuelta, con serenidad y deleitandome...y entonces ya te comentaré...jejeje...besos y que tengas una hermosa semana
ResponderEliminarAlfonso, este tipo de cosas son las que te hacen ser tan genial y especial. Sabes que me encanta que vengas, leas, releas, te tomes un café y entres hasta el patio en esta casa, que es la tuya.
EliminarUn besazo enorme!
Ge-ni-al
ResponderEliminareste...me encantó....
¡Gracias! (y con admiración, trazo vertical intensificador donde los haya...)
EliminarEn este te luciste desde todos los puntos de vista. Y, cuanto más lo lees, más cosas puedes apreciar: un final (deja de sonar el teléfono) da comienzo a algo siempre distinto, porque es un sueño. Y el final del sueño termina llevando al comienzo (deja de sonar el teléfono). Se alimenta a sí mismo, sin fin, y lo que ocurre es "cualquier cosa que quieras", porque es un sueño.
ResponderEliminarGrande, Mónica :)
Y tú lo haces más bonito dándole tu punto de vista, que encima es real :)
EliminarGracias!!
Jejejeje, a veces pasa...es inevitable. Cuando ya no te hacen caso es entonces cuando quieres que te lo hagan.
ResponderEliminarA veces pasa, aunque creo que pertenezco a esa minoría que valora los detalles y que un distanciamiento (por muy medido que quiera ser) me provoca el mayor de los rechazos. Vale, llámame rara ;)
EliminarPues seremos dos raros entonces.
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