lunes, 20 de abril de 2015

Soledad


Soledad es poder cambiar cada noche el lado de la cama. Saber que todas las cartas del buzón son para ti, incluidas las del chico erasmus que alquiló ese apartamento hace dos años. Poder quedarse leyendo un sábado por la noche, ver de un tirón todas las temporadas de tu serie preferida, depilarte un miércoles a las dos de la mañana o quedarte diez horas dormida en el sillón. Entablar amistad con tus miedos. Es cambiar explicaciones por elecciones; contratos por intercambios; compromisos por deseos; ataduras por libertad. Encontrarte la casa exactamente igual después de volver de vacaciones (incluido el aloe), esas en las que tu destino habrá sido un apartamento rural perdido en un pueblo sin nombre o un hostal en una playa cualquiera, en los que la única compañía que deseas encontrar es el sonido del rocío al evaporarse o el murmullo de una marea que nunca supo revelar los mensajes de las botellas que te bebías con todas sin querer a ninguna. 


Soledad también es dudar entre recuerdos, pensamientos y sueños. Arrinconar la que fue su taza favorita en el armario más alto de la cocina. Comer tres días seguidos las lentejas que mamá te enseñó a cocinar. Es inventarte respuestas cuando te preguntan por qué prefieres vivir sola a compartir piso, cómo a tu edad no tienes pareja ni planeas familia. Aprender a estar antes de que te necesiten. También incluye ser la persona a la que todos pidan favores porque, "la pobre, si está sola, qué otra cosa tiene que hacer". Pero, igualmente, pasarás por arisca al no avasallar la intimidad de los demás. La chica independiente del 4º, la rarita que siempre lleva música, un libro en la mochila y compra demasiadas verduras para uno; la misteriosa que sonríe a los desconocidos. 


Soledad es no ser lo suficientemente importante como para que ese alguien te dedique el último mensaje de la noche y las primeras palabras de la mañana. Todo lo demás...qué más da.

6 comentarios:

  1. Grande, muy grande esa definición. Lo verdaderamente importante es no llegar a sentir nunca que esa soledad sea lo único que te acompañe.

    Besos

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    1. Creo que la definición de soledad da para más de una entrada...
      Con buenos amigos como tú, la soledad sólo se queda con las acepciones positivas.

      Besazo grande

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  2. Joder... touché! :) Este texto es un disparo largo, dulce y certero, que veo venir pero de cuya trayectoria no quiero apartarme. Mi soledad a veces duele, quizás demasiadas (demasiados quizás). Pero la dejo ahogarse cómodamente en estas líneas. Bravo, Mónica! :)

    Un besazo!

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    1. Millones de gracias, Andoni! Precisamente esas balas que vemos acercarse, son las mismas que desgarran y a la vez taponan la herida.

      Besotes

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  3. Tiempo atrás la última frase me hubiera derrotado pero ahora pienso: "qué les den".

    Creo que uno no empieza a vivir de verdad hasta es capaz de conocerse en soledad, en soledad auténtica. Sólo así puede entenderse y funcionar una vida en compañía, en la que ambos respeten la soledad del otro.

    Salud.

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    1. Pues...que les den, joder!
      A la soledad se le suele temer, pero no nos damos cuenta de que es necesaria para sobrevivir. Bendita la soledad deseada y bendita la que se disfruta en compañía.

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