jueves, 22 de julio de 2010

Esta mañana, al abrir el armario del pasillo para sacar la maleta, una carpeta de plástico ha caído desde lo alto a mis pies. Al recogerla he visto que era tu cartilla del veterinario.
Después de 2 años y 7 meses siguen apareciendo tus pertenencias por cualquier rincón de la casa, a pesar de creer tirarlo todo a la basura el mismo día en el que tu esforzado corazón dejó de latir y con aquél último hálito te despediste de nosotros. Siempre he pensado que esperaste a morir cuando todos estuviéramos juntos, con lo difícil que era por aquél entonces. La ausencia en aquellos momentos hubiera resultado terrorífica. Fatídicas Navidades de 2007...

Y es que no necesito ver tus juguetes, tu cama, o aquella mantita en la que te gustaba acurrucarte, para recordarte, pues tu alma se apoderó de cada habitación de la casa y, por supuesto, de nuestros corazones. En cada gesto, en cada palabra, en cada acción....acudes a mi mente. A veces, incluso a mi realidad, y tengo que frotarme los ojos pues juraría haberte visto caminar a mi lado.

Después de 940 días no he sido capaz de escribir sobre ti apenas unos renglones y es que, cada vez que comienzo, los dedos me tiemblan, apenas puedo tragar saliva y el llanto me hace suya. Aún no estoy preparada. Puede que nunca lo esté.

Te echo tanto de menos...



18 comentarios:

  1. Que bello Monica, es que dejan huella sin duda... pero estan los recuerdos, y llegan otros... hay que recordarlos con cariño y no pasar un mal momento..
    Besos enormes

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  2. Has tocado uno de mis mayores puntos débiles. Perder un amigo así, siempre es duro; puede que la gente que no tenga un perro no lo entienda, pero yo sí. No creo que exista en el mundo, animal más fiel que éste y que a cambio sólo pida un poco de cariño y comida. Es un consuelo en los momentos de soledad, juguete cuando no los hay, compañia en la enfermedad y seguro guardián de los que le quieren.
    Sé que yo con el mío, tendré que pasar por lo mismo que has tenido que pasar tú y realmente temo que llegue ese día; pero espero que al menos, me quede el consuelo de saber que vivió feliz y a salvo de tanto desalmado y malnacido como aquel que un día lo abandonó a su suerte.

    Ánimo amiga y piensa que aunque lo eches de menos, nunca se fue del todo.

    Un beso.

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  3. SUSO, ojalá pudiera seguir tu consejo y transformar mi pena en una sonrisa nostálgica... Supongo que el paso del tiempo lo cura todo, o casi.
    No sé por qué, pero llevo unos días sin pensar en otra cosa. Será que hacer y deshacer maletas conlleva abrir muchas cajas de la memoria...

    Besitos!

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  4. LUISMI, sé que compartimos ese sentimiento hacia los animales, y me alegro, pues de lo contrario cualquiera diría que exagero. Y qué más da lo que digan, no?
    Gran parte de cómo soy se lo debo a ella, pues me acompañó más de la mitad de mi vida. Con ella aprendí, viví, reí, lloré y, por supuesto, hablé. Recuerdo que, el día que murió, mi padre nos dijo con lágrimas en los ojos: "ella nos ha hecho ser mejores personas". Poco más puedo añadir.

    No dudo de que Ron es uno de los canes más felices, pues me consta de que en casa lo cuidáis como uno más de la familia. Me alegra compartir mi vida con corazones tan nobles.

    Un besazo!

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  5. Los perros son los animales mas fieles y mas buenos del mundo.

    Todos los perros van al cielo.

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  6. ALEJANDRO, yo es que el cielo no me lo imagino de otra manera! :)

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  7. Vaaya, me han echo recordar tus palabras momentos similares, en los que de repente un recuerdo material nos dá de pleno en las narices haciéndonos recordar de golpe lo que jamás se ha olvidado.
    Sin duda, el amigo más fiel, y tus palabras hacia el demuestran la nobleza de tu carácter.
    Saludos

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  8. La tenencia de mascotas es una Cuestión de Compañía, pero a la vez una Cuestión de Amor.
    Un abrazo.

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  9. Y nunca se ira...siempre estara ahi...yo aun recuerdo a Negri,Wanda,Ponca...he tenido mas pero estas tres eran especiales...con Wanda mi hija mayor aprendio a andar(no soportaba que llorara y cuando lo hacía "nos reprendia" si no volbamos raudos...Negri estuvo parte de mi infancia,adolescencia y juventud...era de mi padre y un eslabon fuerte al que asirse).Con el tiempo yo sonrio cuando las recuerdo...me dieron mucho y eso guardo y acaricio...Ahora está Teddy...ya tiene 11 años...pèro cuando se vaya pensare en el con cariño y sabiendo que todos me esperan para lanzarnos corrindo al viento...Besos,Monica, y recuerdalo con una sonrisa.

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  10. SNIF...pucha que me hacés llorar. Quizás las estrellas sean pelotitas luminosas para que Kimba no se aburra nunca!!

    Besote salado

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  11. Las mascotas dejan de ser animales de compañía para convertirse en seres que forman parte de la familia. Bonitas palabras de recuerdo.

    Saludos.

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  12. AKASHA, como bien dices, aquello que jamás se ha olvidado no necesitaría ayudarse de nada para acudir a nuestra memoria, sin embargo, cuestión del azar, destino o casualidad, por el camino encontramos señales que jamás permitirían que el olvido se apoderara de nuestra mente.

    Un beso!

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  13. LUIS, el motivo que en su día promueve el compartir la vida con un animal, finalmente termina convirtiéndose siempre en el mismo: el amor hacia él. Y es que se crean lazos mucho más fuertes que con infinidad de personas!

    Un beso!

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  14. ALFONSO, al leerte me siento tan identificada.... Son estos animalitos uno más de la familia y como tal, eternamente acompañarán nuestros pensamientos. Quizá algún día consiga nombrarla sin derramar ninguna lágrima...aunque me falta su fortaleza!

    Un besazo!

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  15. GUS! qué imagen más linda me describes! ojalá sea así, pues no le gustaba quedarse a oscuras!

    Besitos!

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  16. LEMAKI, no podría definirlo mejor!

    Me alegra tu visita a mi blog! Vuelve cuando quieras!

    Un saludo!

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  17. No me extraña que lo eches de menos. Menuda carita....

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  18. SOMMER, supongo que como los perritos de cada uno, ninguno; pero es que mi kimbita es tan guapa.... :)

    Un abrazo!

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