jueves, 29 de julio de 2010

Sólo entonces


-En el caso de que eso ocurriera, abandóname.
-¿Cómo? ¿Qué dices?
-Ahora, pensándolo fríamente, es lo mejor que podría desearte en esa situación.
-No digas bobadas. No pasará nada.
-¡Nadie sabe lo que puede pasar! Una vez el daño esté hecho, no quiero tomar decisiones bajo la asfixiante atmósfera del miedo. Si eso ocurriera, tampoco tú te dejes arrastrar por la pena, por la compasión. Corre como, cuando siendo pequeños, jugábamos al pañuelo. No vuelvas la vista atrás, no vaya a ser que nuestras pupilas se crucen y pierdas la partida.
-A ti es a la única que no quiero perder. Ni hoy, ni mañana, ni en 7 vidas si fuera un gato.
-Anda, tonto. ¿No entiendes que quedarte a mi lado, en esas condiciones, sería echar a perder tu vida? No es necesario que los dos suframos; sería muy egoísta y cobarde por mi parte. Y sabes que soy muy cabezona.
-Y me encantas.
-Te encanto ahora. Pero....¿y cuando no pueda besarte como tanto te gusta? ¿cuando no vuelva a sentir las caricias de tus labios en mis sonrojadas mejillas? ¿cuando no pueda pasar las noches escuchándote susurrarme al oído esos cuentos no aptos para princesas que tanto te gusta contarme? ¿cuando mis papilas sean incapaces de saborear ese flan de mango que tan rico te sale? ¿cuando me mires y ya no reconozcas en mi rostro a la chica de la que un día te enamoraste? ¿cuando...?
-¡Chssssst! ¡No sigas!
-Por cerrar los ojos no impedirás que el sol salga cada mañana. ¿Crees que para mí es fácil decirte todo esto? El tiempo pasa y, con él, se irán los días. Y eso, jamás podrás recuperarlo. Y si el destino me tuviera preparada tal atrocidad, quiero que no derrames ni una sola lágrima y huyas. Consume los sueños que nos quedaron por cumplir y haz realidad esas ilusiones que tantas noches nos mantuvieron despiertos, disfrutando con el atrevimiento y la alegría de antaño.
-Si me dices todo esto, ¿es porque ya no me quieres?
-Todo lo contrario, amor. Si te lo digo es....porque te quiero demasiado.

7 comentarios:

  1. La persona que te ame así como todos los que te quieren, estarán ese día en que lleguen los malos momentos (confio plenamente en que nunca van a llegar) no podrás apartar a nadie de tu vida ni decirle que se vaya si no quiere, porque eso es el amor, compartir.
    Yo gustoso, me incluiré entre esas personas, con tu permiso (y sin él, soy muy cabezón, jejeje) Muchos besos.

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  2. SUSO, es precioso poder contar con aquellos a quien aprecias tanto en los momentos buenos como en los que no lo son tanto; me alegra que estés entre ellos. También a mí me gusta pensar que algunas cosas jamás ocurrirán...

    Tengo una duda. Cuando entre cabezones anda el juego, ¿quién se sale con la suya?jeje.

    Un besazo. Y un millón de gracias por estar siempre ahí!

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  3. Vaya... La verdad es que o la simbiosis entre ambos va a terminar por ser una ley de vida, o este diálogo juraría haberlo escrito muy parecido en alguna ocasión. El caso es que me ha encantado, cotidianamente sincero. Besos y mordiscos rubia.

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  4. MIGUEL, ahora que me lo has recordado, he vuelto a tu blog a releerte y tienes razón, y es que aunque existan motivos diferentes, hay un hilo conductor común.
    Al menos espero no tener que vivir las terribles consecuencias de este imperfecto cuerpo, aunque la decisión ya está tomada...

    Besitos!

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  5. A eso se le llama "amar de frente".
    Aunque duela, será siempre mejor que morir a diario.

    Seguro que a mas de uno le has hecho pensar jeje

    me encantó tu forma de contarlo.
    un abrazo mónica!

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  6. Me alegra que te guste, JOSE CARLOS.
    La verdad es solemos vivir el día a día (mucho mejor y más sano), pero siempre me pregunté qué pasaría con el amor si llegara ese fatídico día en el que el destino te pone a prueba. No sé si eso sería lo mejor, pero creo que, al menos yo, me sentiría culpable reteniendo a alguien.

    A disfrutar mientras se pueda! :)

    Besos!

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  7. sin duda!!! lo mejor es correr...
    y a la vuelta de la esquina, la libertad ;)

    eso sí... no es una carrera fácil, se pasa canutas! jaja

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