Anónimo dijo... Hola Mónica. Me llamo Rubén. Soy de la ciudad de México. Me encanta lo que dices sobre los libros. Una sensación y experiencia que comparto contigo. Vine a dar a tu blog porque buscaba opiniones sobre los libros de Puértolas. Resulta que mañana se presenta acá en México y como tú dices, la conocía de oídas, pero es buena oportunidad para leerla y para que me firme mi ejemplar, otro vicio al que soy afecto. Te mando un saludo y ya te contaré como me fue con Puértolas. Puedes escribirme si te apetece a izqrub@hotmail.com
Que pena, pero muchas veces es así. Las partidas se acaban, si.
ResponderEliminarUn beso enorme, un placer compartir un ratito el otro día.
Anónimo dijo...
ResponderEliminarHola Mónica. Me llamo Rubén. Soy de la ciudad de México. Me encanta lo que dices sobre los libros. Una sensación y experiencia que comparto contigo. Vine a dar a tu blog porque buscaba opiniones sobre los libros de Puértolas. Resulta que mañana se presenta acá en México y como tú dices, la conocía de oídas, pero es buena oportunidad para leerla y para que me firme mi ejemplar, otro vicio al que soy afecto. Te mando un saludo y ya te contaré como me fue con Puértolas. Puedes escribirme si te apetece a izqrub@hotmail.com
Eterno juego.
ResponderEliminar¿Cuándo dejará de reír el cabronazo que lo inventó?
Un beso.
El amor también es un juego. Lo malo es cuando uno de los jugadores va de farol.
ResponderEliminarUn besazo
El problema es que a veces perdemos la dignidad porque amamos demasiado. Pero el amor nunca debería parecerse a la mendicidad....
ResponderEliminarAmén.
EliminarA veces ni nosotros mismos conocemos el límite y acabamos exprimiéndonos demasiado...