sábado, 16 de noviembre de 2013

Ciencias (in)exactas


Me mostraste que el amor es esa ciencia inexacta que se oculta en tus palabras.

Yo, que nunca destaqué en las exactas, terminé siendo una apasionada de la atracción infinita de los cuerpos. Los nuestros. Los que tantas veces soñamos con fundir. Confundir la noche y el día; los sueños y la realidad, que se convierte en pesadilla sin tu aliento; tu felicidad y la mía.
Con ciencia supiste rasgar la coraza, despojarme de los miedos y sentir mi conciencia palpitar en tus manos.

Ahora, yace en cualquier rincón. Buscando el calor de tus manos, esas que sin tocarme erizan mi piel, esas con las que fabricamos... aviones de papel.

4 comentarios:

  1. Vaya final te has marcado... genial

    Te leo

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    1. Muchas gracias!!! Como en la vida, los finales pueden mejorar o estropear la mejor de las historias...

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  2. Hay caricias que inevitablemente provocan terremotos y atracción....incluso provocan adicción.

    Aunque lo importante es que se convulsione el corazón y que el estómago sea un nido de mariposas recién nacidas.

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    1. La única ciencia posible en el amor es seguir la inconsciencia del instinto. Acertemos o no...merece la pena sentir el aleteo de esas mariposas

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