miércoles, 26 de octubre de 2011

Promesas cumplidas

Nos conocimos hace apenas 2 años. Nos despedimos hace casi 2 años. Compartimos 10 mañanas y muchas palabras.

Nombre: M.
Habitación: 214
Edad: 59 años
Diagnóstico: cáncer terminal

- Buenos días, M. ¿Cómo se encuentra hoy?- Así comenzaban nuestras diarias conversaciones, mientras abría la puerta de su habitación.

M., siempre tan educado, atento, inteligente, cariñoso, prudente y con un inagotable sentido del humor.

- No deberías curarme. Tienes unos ojos preciosos que no se merecen ver algo tan desagradable- me respondiste la primera vez que me acerqué con el carro de curas a tu cama.

- ¡Y usted no debería decir bobadas!. Anda, no se imagina la cantidad de heridas de todo tipo que curamos al cabo del día- le mentí. Realmente nunca había visto algo así. Ese maldito cáncer, que incluso le impedía mover el cuello, sangraba, supuraba y olía como nunca antes había visto. Sin embargo, me creíste, o hiciste que te creyera, y desde aquel día ya sólo querías que fuera yo quien te curara.

- Tienes manos de ángel - nunca le faltaron las buenas palabras, incluso cuando las lágrimas de dolor y desesperanza surcaban sus mejillas. - Pones tanta delicadeza que a veces pienso que seré capaz de recuperarme.

- Y es eso lo que debes hacer. Pensar en ganar este pulso. ¿Sabes? He hablado con tu familia. Tienes una mujer y una hija maravillosas. Te adoran.

- Yo también a ellas, pero no quiero verlas llorar cuando les digo lo feliz que me han hecho. No les gusta notar en mis palabras un tono de despedida.

- No es malo llorar. Sólo se hace por aquellas personas que son importantes en tu vida. Por cierto, este fin de semana no vengo. Me han dicho que vas a tener una visita familiar multitudinaria. ¡Vas a estar entretenido!

- Sé que me muero.

- ¡Pues menudos planes divertidos te buscas!, eh? - le guiñé un ojo.

- Un placer conocerte. Estoy convencido de que serás una buena enfermera.

- Muchas gracias, M., pero temo decirte que vas a tener que aguantarme mucho tiempo - te sonreí.

- ....

- Prométeme que el lunes me contarás lo grande y lo guapa que está tu nieta. Ya le diré a mis compañeras que no te den mucho la lata - te dije, cómplice.

- Te lo prometo - ¿dónde estaba el brillo de tu mirada?

El lunes a las 7:50 h llegué a la planta. Reinaba ese silencio pesado y espeso que acompaña a la muerte. No, no podía ser. Pero era; sólo tuve que mirar a tu mujer. Nos abrazamos.

- Acaba de irse - sollozaba.

- Cumplió su promesa - le susurré.

18 comentarios:

  1. Ufff Mónica. Has tardado tiempo en escribir y no entiendo como has tenido tan guardada esta joya. Los pelos de punta y esta vez no es por el frío. Una historia de la vida terriblemente humana y hermosa dentro de lo dura que puede ser una enfermedad así. Gracias por compartir esa gran vivencia.

    Un beso enorme.

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  2. LUISMI, muchas veces me he acordado de esta persona pero no sabía ni por dónde empezar a escribir. Es curioso cómo te pueden llegar a calar algunas vivencias y la buena relación que se crea con ciertos pacientes. Y es que, al fin y al cabo, la persona va por delante de la profesión.

    Un besazo!

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  3. Monica...dura profesion y hermosa...en la que se sufre y en la que se ama la vida por encima de todo...un abrazo enorme,hermanita

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  4. ALFONSO, son las pocas o muchas vivencias buenas las que dan sentido y motivación a esta profesión y te ayudan a borrar los malos tragos.
    Un beso fuerte!

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  5. Moni que lindo es encontrar profesionales como vos que primero se graduaron de seres humanos.
    Aliviar el alma es un don y me alegra mucho que lo estés utilizando!

    Un besote :)

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  6. GUS!! Para la profesión humanitaria, tú eres un maestro! Y cuantísimos nos enseñas a través de tus imágenes!!

    Un besote!

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  7. Me preocupa tu ausencia Moni, espero que sea porque está más divertido el mundo fuera del monitor!!!
    Quería dejarte un beso gigante y el deseo que este año todas las hermosas semillas que has sembrado sabiéndolo o no se transformen en un bello bosque :)

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  8. Tremendo post...

    Feliz 2012, aunque estés ausente Monica

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  9. Gus, muchísimas gracias por tu interés y tu cariño, y siento haberte preocupado! La verdad es que mi mundo fuera del monitor me está volviendo loca y devorando el poco tiempo que tengo. El año nuevo ha venido lleno de cambios y ....... a ver qué nos depara! Te deseo todo lo mejor también para ti!
    Un puñado de besos!

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  10. Sommer, feliz año para ti también! Cierto es que tengo el blog abandonado en cuanto a publicaciones se refiere, pero no me olvido de los amigos blogueros!
    Un beso fuerte!

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  11. He de confesar que me has arrancado una lágrima, y no sólo se debe al pésimo día que llevo hoy. Y ha salido de mis ojos, por que lo que cuentas es duro y real, incluso más duro que real, figúrate. Nos preocupamos por cosas insignificantes de la vida, hasta que es la vida la que está en la cuerda floja. ¿Qué queda entonces?

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  12. Este post realmente te llega al corazon y te hace reflexionar. Me ha gustado llegar hasta tu blog. Saludos desde Conil ( Cadiz). visita mi blog

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  13. Joder...es real?
    vaya labor la tuya....fundamental... :O

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    1. No todos los textos son reales, aunque siempre se cuele algo autobiográfico (aun sin querer). Pero este caso sí fue real. Enormemente emotivo, triste y bello a la vez...

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    2. Es cierto, a veces alguien comenta alguna entrada y me dice "ánimo, no estés triste que si te han dejado ya vendrá alguien que te haga feliz" ...ejem....pero si el texto es ficción!! si yo estoy de PM!!!...se tiende a creer que todas poesía es autobiográfica...y no...mucho si, pero no todo....

      Este texto parecía muy real....y lo fue....

      besos

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  14. Qué dura es la muerte, pero qué bello es irse sabiendo que has hecho feliz y has sido feliz al lado de mucha gente.

    Esto me ha tocado dentro.

    Otro beso de esos infinitos.

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    1. Es tremendamente dura, y aunque la viva de cerca por mi profesión, siempre me recorre un escalofrío.
      Me quedo con ese beso! :)

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