martes, 2 de febrero de 2010

El tiempo perdido

¿Qué pasa con el tiempo desaprovechado? ¿Adónde va? ¿Se almacena en el cementerio del tiempo perdido? ¿O existe alguna biblioteca donde te lo presten durante 15 días, con posibilidad de renovar por otros 15 más?

¿Y si ese tiempo que se nos escapa de los dedos no lo hemos dejado a la deriva nosotros, sino que nos lo han arrebatado, con o sin premeditación y alevosía?

No pretendo volver al pasado.No me arrepiento de nada. Lo que pasé o no, todo lo vivido, ocurre por alguna circunstancia o, si no, estoy convencida de que no seríamos quienes somos si no hubiéramos llorado, reído, bailado, cumplido años, peleado, arrepentido, ...amado.

Si pudiera viajar al pasado, sólo lo haría para coger de la mano a aquéllos con los que ahora no puedo compartir cada minuto, importante o banal, de mis días. Aquellos a quienes ahora no puedo abrazar y susurrar al oído que los quiero. Entrelazaría mis dedos con los dedos de mis abuelos, y silbaría, con mi perrita correteando entre mis piernas. Y juntos recorreríamos el camino del presente, siguiendo las flechas hacia el futuro.
Pero estoy en el presente. Alguien cerró la puerta con cadenas y siete llaves; para la puerta del mañana tengo una llave maestra.

De pequeña nunca tuve amigos invisibles, sin embargo, siempre dijeron que tenía mucha imaginación y una sensibilidad abismal, una intuición más allá de la corriente intuición femenina. No sé si por todo eso o por nada, tengo un baúl lleno de recuerdos. En un rincón guardo entradas, fotos, dibujos, algún juguete canino,..., en el otro tengo amontonadas libretas con relatos, frases, poemas que me escribieron o que escribí o esbozos que jamás fueron acabados; y el resto del baúl está vacío para los ojos de los demás, pero no para los míos. Allí protejo de las inclemencias todos mis recuerdos, imágenes, palabras inolvidables o nunca dichas. Confidencias bajo la luz de la luna, besos robados, noches en vela, paseos, viajes, abrazos, ...sentimientos. Este baúl tiene una llave. No para evitar miradas curiosas, sino por miedo a que se escapen para siempre de mi memoria.

1 comentario:

  1. Hola Moni!
    Nada se pierde en la eternidad...por supuesto si crees que somos almas nunca nacientes y nunca murientes. Existen millones de posibilidades de comenzar con lo abandonado, de reparar lo destruido, de tomar los trenes que dejamos pasar. Qué importa si es con otro nombre, otro sexo, en otra parte del mundo...
    Si esa especial intuición que tenes te dice que sigamos conversando...te espero

    Un beso

    ResponderEliminar